DONDE ESCASEA EL AGUA Y SE IMPUGNA EL AUXILIO A LOS GLACIARES, ABUNDA LA VERGUENZA.

Estimado colega y amigo
Dr. Federico Diaz Massara.

Cuando enormes poblaciones no tienen acceso a estándares mínimos de salubridad, es inconcebible, más allá de que si las explotaciones industriales o mineras contaminan en más o en menos, que personas humildes se vean obligadas a adquirir “agua envasada y fraccionada” para evitar enfermedades y satisfacer necesidades físicas en las zonas aledañas a estos emprendimientos.
Y se divulga crecimiento económico. Da vergüenza…
Resulta irrazonable que el derecho a un ambiente sano, como al derecho a acceder y proteger el agua potable dependa de la negociación y el mercadeo, pero mucho más patético, es que la vida de una comunidad quede sujeta a consideración o a merced de los poderes ejecutivos, da vergüenza…
Las discusiones y falacias de los que justifican la metodología de la observación científica a favor de los mecanismos de desarrollo limpio, da vergüenza…
Ahora, que abunda la vergüenza, para que el derecho de las futuras generaciones no devenga en letra muerta, es necesario el coraje, la decisión e insistencia de nuestros congresistas. NUESTROS LEGISLADORES DEBEN DEMOSTRAR QUE EL CONGRESO DEJÓ DE SER UN ÓRGANO AL QUE SE PUEDA DISCIPLINAR.
Tengo temores, no te voy a mentir, porque presiento que la lucha de las fuerzas democráticas contra la arbitrariedad de los que pretenden desplegar la mercantilización de las disipadas herencias universales, ha fracasado en Argentina.
No desearía jamás ver a un pueblo resistirse frente a tanta opresión...

Estimado Federico, aprovecho esta invitación para ingresar a este sitio, tu sitio en la web, para brindarte mis felicitaciones por tu especial y constante espíritu de superación. Estoy convencido que en poco tiempo, tu querida San Juan reivindicará todos tus esfuerzos y mortificaciones.

Un abrazo enorme.

Dr. Daniel Barone.